martes, 28 de abril de 2009

La Influenz(i)a

Ok, en todo México estamos en paro de labores por aquello de la influenza porcina. La paranoia esta invadiendo a todo nuestro amado y lastimado pais. Como bien diría mi maestro en su blog, le creemos más a la vecina de la esquina que a las instituciones; claro está que esto se debe a que las últimas tienen usan la mentira como usan los pulmones y la sinceridad como usan el cerebro.
Entre las cosas más interesantes que he estado escuchando es que es por intereses econónicos, partidistas o experimientos bacteriológicos que ha estado haciendo nuestro asqueroso vecino del norte.

Preguntas como: ¿Por qué justo cuando viene Obama a México pasa esto?, ¿Por qué justamente en épocas de elecicones en grán parte de México?, ¿Qué tanto afecta a la crisis económica esta "epidemia"?
Las respuestas institucionales terminan siendo insuficientes para los mexicanos. ellas dicen que las cosas se pueden controlar y que hay que tomar conciencia y cuidarnos un poco.

Pero no, al pueblo mexicano le encanta vivir de esa paranoia, les encanta en verdad...

Eso es la influenza en México, hablemos entonces de la influencia de los medios influyentes en eso de la influenza (cacofonía deliberada).

La principal crítica que puedo hacer en toda esta parafernalia epidemológica es respecto a los medios masivos. ¿Dónde quedan las propuestas de los candidatos?, ¿Qué esta haciendo el gobierno con nuestro dinero?, ¿Solo ese problema/contingencia tiene nuestro país?, ¿alguien se ha dentenido a pensar en qué pasa con los desvalidos?, ¿qué tal si aprueban una ley que afecte a todos los mexicanos?

Los medios son poderosos, pueden hacer de un estornudo una gripe aviar, de un dolor de estómago una epidemia de cólera, de una declaración radical un enemigo a la soberanía nacional. Hay que ser cautelosos, los medios informan pero a veces no piensan (y aveces piensan bien) las consecuencias de lo que dicen. n esta época, en este Zetgeist, las cosas pueden saberse por fuentes igual de fidedignas pero no oficiales. No hay que quedarse con la verdad de lo que dicen los medios. Hay que ser críticos.

Estamos recurriendo a nuestro egoismo, nos tomamos vacaciones forzadas disfrazadas de medidas de prevención. En vez de tomar conciencia respecto a dónde estamos y qué estamos haciendo, esta situación pareciera que solo nos invita a enajenarnos más sobre conflictos de igual importancia; nos aliena.

Mientras caminamos, estamos respirando, nuestra sangre circula por nuestras venas, nuestros ojos se dirigen hacia lo que nos llama la atención, nuestras manos juegan con lo que tenemos en nuestras bolsas, y sobre todo, mientras caminamos, estamos pensando. Así funciona el cerebro humano, hace muchas cosas a la vez, así comos los humanos.

Entonces, digo, la influenza es, digamos, una causa prioritaria más entre todas las causas que nos afectan como individuos... podemos hacer muchas cosas a la vez, siempre lo hacemos. ¿Por qué no dirigimos esa misma preocupación a cosas que también nos afectan?, ¿Por qué seguimos una moda tan nefasta?, ¿Por qué no dejamos de enajenarnos y empezamos, en vez de dirigir una mirada unilineal, dirigimos esa mirada estereoscópica privilegiada a todo acontecer que nos afecte tanto en nuestra vida biológica como en nuestra vida social?

Demonios, no digo que no nos preocupemos por la influenza esa, pero también preocupemonos por la influencia de la que somos objeto... podemos hacer ambas cosas a la vez.

La clave de todo es preocuparse lo necesario, no más.

Saludos!

GusSs!!!

miércoles, 1 de abril de 2009

Las libertades de estar en cuarentena

Andaba tirado en mi hamaca, la lap-top a un lado, las copias de la escuela y los libros de Tolkien debajo a la izquierda; las peliculas de cruzada, frankenstein de mary shelley, y el documental de Love Me Do de Los Beatles debajo a la derecha... y de repente me puse a pensar en por qué andaba yo acostado sin nada que hacer... claro, la hepatitis sería una excelente respuesta, pero qué hacer? mejor seguir pensando.
La facultad ha robado el tiempo que pasaba con mi familia, ahora veo a mi hermana menor y a mi madre y no puedo evitar analizar y eso muchas veces se vuelve una desventaja.

Las amistades de mi hermana menor que llegan a la casa platicando de temas tan trascendentes como a quién no dejaron entrar a "Luna" o el nuevo auto de un tal "Abraham Xacur Chapur" que cortó con no se quien porque la encontró con otra tipa que ambas son unas zorras pero que son sus amigas; que llega Daddy Yankee y que tienen que estar en primera fila...

Por otro lado las amistades mayores de mi progenitora platicando sobre que es mejor un hombre con dinero que un hombre con amor; sentenciando la homosexualidad y rebajando su condición de mujer a lo que Televisa o TV Azteca dictan, a veces me siento más ofendido que ellas y eso que soy heterosexual y varón jejeje.

Puedo notar lo que estudio en mis clases de Teorias Culturales en la Producción Comunicativa y Teoría Social de Sistemas y aveces en Taller de Radio: Los medios condicionan hasta las mismas reacciones de las personas, demasiado. Como bien diría David Moreno "El hecho que nos guste el rock es producto de los medios". Y esta bien.

Pero al punto de que si no estas de acuerdo con lo que dice tu madre significa que no la quieres,
que prefieres a cualquier persona antes que a tu familia, que la entenderé el día que sea padre, que cuando se muera voy a valorarla de verdad bien se entiende si fuera un problema mayusculo y que yo sea un verdadero hitler viviendo en mi casa; pero no es así cuando simple y sencillamente uno dentro de su individualidad y su juicio de las cosas dice: no estoy de acuerdo.
Esa actitud fatalista, shakespeareana, es gracias a la siempre actual Silvia Pinal.

Hasta escuchando un programa que veía mi hermana menor por la tarde, noto cómo cierta televisora reifica lo guadalupano del pueblo mexicano, mermandoles el juicio, alienandolos en demasía. Si el público pudiera tener un criterio más amplio podría decirse que esos programas podrían existir sin absorber la inteligencia de un público inteligente que dice lo que quiere y no acepta la basura que le ofrecen. Esto me recuerda cierta cita de Woody Allen que voy a tomarme la libertad de mexicanizar: "En México no tiran la basura, la convierten en televisión".

Me he estado quejando de mi condición de esclavo, no puedo salir por 40 días y mi contacto con el mundo es un celular y una computadora con internet, claro no por querer ser un buen actor juvenil de telenovela de las 7p.m. Tal vez me quejo por impoencia o frustración, ha de ser por eso.

Pero reflexionando un poco, aun estando con libros y copias a la izquierda, dvd's a la derecha, una lap-top y sin poder salir... soy libre! Más libre que muchas personas, mi pensamiento tiene alas, y aunque a veces vuela demasiado alto, puede hacerlo!...

Realmente es entretenido observar y analizar, auqune a veces las cosas no salgan como a ti te gustarían.

Saludos!!!

GuSsS!!!